Cuando se usan en alimentos completos, las proteínas y lípidos (grasas) procedentes de los insectos1 pueden contribuir a obtener alimentos para animales de compañía nutritivos y sabrosos que, además, pueden ser ecológicamente sostenibles (Fera & Minerva, 2019). Aunque hay una amplia gama de productos de alimentación para animales de compañía entre los que escoger, aquellos que contienen ingredientes a base de insectos ayudan a ampliar la variedad de alimentos no convencionales para mascotas que están a disposición de los propietarios.
TIPOS COMUNES DE INSECTOS EN LA PRODUCCIÓN DE PIENSOS
En este momento existen siete especies de insectos de granja autorizadas en la Unión Europea para su uso en la alimentación para animales de compañía2. Las tres especies predominantes entre los insectos de granja para uso en esta industria se ilustran más abajo.
¿QUÉ TIENEN LOS INSECTOS DE EXTRAORDINARIO?
Los insectos son capaces de alimentarse de subproductos y restos de alimentos que exceden a las necesidades humanas y convertirlos de manera eficiente en proteínas de calidad, produciendo así valiosos subproductos tales como la quitina y el aceite de insecto. Esta valorización biológica de los subproductos es el concepto clave sobre el que se sustenta el uso de la proteína procedente de insectos en los piensos para animales. Además, los excrementos de los insectos, también conocidos como “frass”, pueden emplearse como fertilizante natural.
DIVERSAS FORMAS DE INGREDIENTES A BASE DE INSECTOS
Los insectos se transforman sobre todo en harina de insecto de alto contenido proteico (por ejemplo, un 55% de proteínas con un promedio de digestibilidad del 80%) (Bosch et al., 2020) y grasas, o se convierten en puré almacenado en frio. Existen alternativas disponibles en forma de insecto entero deshidratado, pero se destinan preferentemente al mercado de peces y pájaros.
DATOS INTERESANTES
Los insectos de granja generalmente se alimentan a partir de una variedad de dietas basadas en plantas, tales como bagazos de cerveza, frutas, verduras y otros subproductos de origen vegetal o cereal.
Las primeras granjas de insectos comenzaron a funcionar principalmente en los trópicos, pero ahora abarcan todo el mundo. Hoy hay más de 100 granjas en países europeos como Alemania, los Países Bajos, Francia, Polonia, Bélgica y el Reino Unido.
En estos momentos, más del 50% de la producción de insectos se destina a la alimentación de animales de compañía. De acuerdo con un informe de RABO Bank, se pronostica que la demanda de proteína de insectos aumente de 120.000 toneladas métricas hasta medio millón de toneladas métricas en 2030 (De Jong & Nikolik, 2021).
PERFIL NUTRICIONAL Y POSIBLES BENEFICIOS ADICIONALES
Los insectos, como las larvas de mosca soldado negra, son ricos en proteínas y tienen un claro potencial en la nutrición animal.
Asimismo, los insectos pueden contar con una alta concentración de grasas, vitaminas y minerales, dependiendo de la alimentación que reciban en su etapa larvaria durante la recogida (imagen de abajo).
PALATABILIDAD
Los estudios científicos indican que los perros y gatos pueden tener gustos diferentes dependiendo de los insectos, y que el tipo de insecto y la cantidad incluida pueden afectar a la aceptabilidad de los alimentos. Las pruebas realizadas por las compañías de alimentación para animales de compañía han demostrado que los perros pueden preferir alimentos secos con harina de larvas de mosca soldado negra antes que aquellos que incluyen gusano de la harina, mientras que los gatos pueden preferir los alimentos basados en gusanos de la harina antes que los alimentos con harina de larvas de mosca soldado negra (Bosch et al., 2021).
BENEFICIOS MEDIOAMBIENTALES
Los insectos requieren una cantidad de recursos considerablemente menor que el ganado tradicional. Los estudios de Análisis de Ciclo de Vida indican que las proteínas de insecto pueden tener un impacto medioambiental menor (por ejemplo, un menor uso de tierra, un menor consumo de agua, menores emisiones de equivalentes de CO2) que las proteínas animales procedentes de rumiantes, cerdos y aves de corral cuando se producen empleando energías renovables y se alimentan a partir de subproductos agrícolas (Van Huis & Oonincx, 2017). Este impacto medioambiental podría disminuir todavía más a medida que las instalaciones productivas aumenten sus dimensiones y se incremente su capacidad en años venideros.
Un gramo de proteína comestible de procedencia bovina requiere entre 8 y 14 veces más tierra y 5 veces más agua que un gramo de proteína procedente de gusanos de harina y tiene un mayor impacto medioambiental con respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero. Los pollos para consumo humano se vinculan con emisiones entre 1,3 y 2,7 veces mayores, y el ganado vacuno emite de 6 a 13 veces más equivalentes de dióxido de carbono que los gusanos de harina, medidos en relación a cada gramo de proteína comestible (Oonincx & De Boer, 2012). Ya que el procesado y el pienso de insectos dependen del fabricante y la tecnología evoluciona con rapidez, se recomienda emplear la información procedente de los proveedores a la hora de calcular su impacto medioambiental.
Los insectos también son eficientes conversores de pienso, en función de su especie y de la dieta que consumen. Se han registrado conversiones por parte de gusanos de harina y grillos domésticos de algunas fuentes de pienso en masa corporal con una eficacia semejante a la de las aves de corral (Oonincx et al., 2015). En conclusión, los insectos suponen una fuente sostenible de proteína animal, y producen subproductos de valor como la quitina y el aceite de insectos.
ACTITUDES DEL CONSUMIDOR Y NIVEL DE ACEPTABILIDAD
El estudio de mercado realizado por PROteINSECT (2016) ha indicado que, un alto porcentaje de los consumidores manifiesta aceptabilidad de los insectos como fuente de proteínas en el pienso para animales3. Los consumidores también mostraron su deseo de recibir más información sobre los insectos como fuente de proteínas alternativa y sostenible.
La atención creciente por parte de los medios de comunicación, así como las campañas llevadas a cabo por agricultores, académicos, organizaciones sin ánimo de lucro (tales como IPIFF4) y compañías de alimentos para mascotas, están ayudando a incrementar la aceptabilidad de los ingredientes basados en insectos entre los profesionales del sector de los animales de compañía y los propietarios.
La aceptabilidad creciente de los ingredientes de los alimentos para mascotas basados en insectos ha sido respaldada más aún si cabe por investigaciones que indican que los insectos son una fuente alimenticia de proteínas y otros nutrientes esenciales, además de ser potencialmente más sostenibles que las fuentes convencionales de carne en los alimentos para mascotas. Se necesitan más investigaciones y más estudios a largo plazo para corroborar estos hallazgos.
Anfaac
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